Impacto y expectativas en el Agro: Evaluando las recientes medidas económicas
En una columna reciente, Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, analiza las recientes medidas anunciadas para el sector agropecuario.
Aunque el balance general es positivo, existen aspectos tanto favorables como desfavorables que impactan al sector.
Entre los aspectos positivos, se destaca el cambio del tipo de cambio, que pasó de 360 a 800 pesos, superando las expectativas de 650. Este ajuste deja la brecha con el dólar CCL por debajo del 30%, mejorando la conversión a dólar billete. Además, se mantiene el programa de incremento exportador con un 20% al tipo de cambio libre y 80% al oficial, resultando en un tipo de cambio efectivo de aproximadamente 835 $/USD.
Por otro lado, en el ámbito de importaciones, las SIRA se reemplazan por un control estadístico, acelerando potencialmente el proceso de pago para importaciones a 30 días.
En cuanto a los aspectos negativos, se anunció un incremento en el derecho de exportación a 15% para todas las actividades, excepto el complejo sojero, que se mantiene en torno al 33%. Esto representa un aumento en los costos para productos como el trigo, maíz y girasol. Además, el tipo de cambio de importación aumentará a 940 (por el impuesto PAIS) frente a 830 de exportación de granos, afectando la relación insumo-producto.
Se anticipa que la devaluación y la pequeña brecha con el dólar billete generen mayor intención de venta por parte de los productores, aunque esto podría no reflejarse inmediatamente en los forwards debido a las expectativas de los productores.
El gobierno busca mejorar el tipo de cambio en un 2% mensual, lo que podría llevar a un atraso en este frente, mientras que el tipo de cambio libre seguirá la tendencia inflacionaria y las expectativas económicas.
El análisis concluye que el balance final es positivo para el sector agropecuario, dependiendo de cómo se implementen y ajusten las medidas anunciadas y la reacción de la sociedad. Con una buena producción y muchos insumos ya financiados o pagados anticipadamente, se espera que el año termine siendo beneficioso para el sector, aunque es probable que se minimice la venta de la cosecha gruesa para cubrir deudas, guardando el grano remanente y buscando crédito externo para la próxima siembra.