Impacto de la influenza aviar en la producción avícola: situación actual y medidas
La influenza aviar altamente patógena (IAAP) ha causado una alarma significativa en la industria avícola, con el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) reportando un impacto considerable en noviembre.
La enfermedad ha afectado a 5,78 millones de aves solo en este mes, y se espera que los casos sigan aumentando.
Situación ActualEl Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS) del USDA, en conjunto con el Departamento de Agricultura y Administración de Tierras de Iowa (IDALS), ha informado 80 nuevos casos de IAAP en 24 estados en los últimos 30 días. Los estados afectados incluyen Alaska, Alabama, Arkansas, California, Colorado, Florida, Georgia, Idaho, Iowa, Maryland, Minnesota, Misuri, Montana, Nebraska, Ohio, Oklahoma, Oregón, Nuevo México, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Tennesse, Utah, Washington y Wisconsin.
La situación se está monitoreando constantemente, y se espera que el número de casos aumente a medida que avance la temporada de migración de aves. Más de 65,95 millones de aves han sido afectadas en 2022 y 2023. El APHIS y el IDALS están trabajando estrechamente con funcionarios estatales de salud animal para responder a los incidentes, poniendo en cuarentena las instalaciones afectadas y despoblando las aves para prevenir la propagación de la enfermedad.
Medidas de Bioseguridad y RespuestaEl USDA enfatiza la importancia de revisar las medidas de bioseguridad para todos los involucrados en la producción avícola, desde pequeñas granjas hasta grandes productores comerciales. Se han proporcionado herramientas para ayudar en estas medidas de bioseguridad. Además, se insta a los productores a estar atentos a los signos de influenza aviar, que incluyen mortalidad sin signos clínicos previos, disminución en la producción de huevos, hinchazón o decoloración de ciertas partes del cuerpo de las aves, secreción nasal, tos, estornudos, incoordinación y diarrea.
El USDA también proporciona recursos para ayudar a identificar estos signos clínicos. Se alienta a los granjeros a refrigerar las aves fallecidas para preservarlas para realizar pruebas. Es importante destacar que la influenza aviar no se transmite por los alimentos y no representa un riesgo para la seguridad alimentaria.
Este aumento en los casos de IAAP subraya la necesidad de medidas preventivas y de respuesta efectivas para proteger la industria avícola y garantizar la seguridad tanto de las aves como de los consumidores.