Peru

Fenómeno de El Niño amenaza con poner fin a la racha de crecimiento agrícola en Perú

La agricultura peruana, un pilar fundamental de la economía del país sudamericano

 Peru se enfrenta a una dura prueba en los próximos años a medida que el fenómeno meteorológico de El Niño amenaza con poner fin a una larga racha de crecimiento en la exportación de frutas y verduras. La expansión ininterrumpida de este sector convirtió a Perú en uno de los principales exportadores de uvas y arándanos a nivel mundial, así como en un importante proveedor de mangos, espárragos y aguacates. Sin embargo, las condiciones climáticas desafiantes podrían reducir los ingresos procedentes de los envíos agrícolas en un 5% este año, y se espera que se mantengan estables el próximo año, según Gabriel Amaro, director del grupo agroindustrial AGAP.

Esta situación marca un quiebre de tendencia en una industria que logró un crecimiento sostenido incluso en medio de la pandemia de COVID-19. Durante la última aparición de El Niño en 2017, la agricultura peruana demostró su resiliencia al clima extremo. Sin embargo, la actual amenaza de El Niño representa un desafío significativo, ya que ha afectado la producción de manera más intensa.

El impacto de El Niño no se limita a un solo cultivo o región, sino que afecta a todos los principales productos de exportación de Perú. La región de Piura, en el norte del país, suele ser especialmente vulnerable a las lluvias intensas asociadas con El Niño, lo que aumenta la preocupación sobre la producción agrícola en esta área.

El Grupo AGAP había previsto alcanzar un récord de casi US$11.000 millones en exportaciones agrícolas este año, pero se ha visto afectado por una serie de obstáculos. Las protestas que bloquearon las carreteras durante la temporada de cosecha de verano y las condiciones climáticas desfavorables han erosionado las perspectivas. Las exportaciones agrícolas ya han disminuido en un 3% en lo que va del año, y se espera que los impactos negativos de El Niño se intensifiquen hacia finales de año.

Gabriel Amaro, director de AGAP, expresó su esperanza de que El Niño del próximo año no sea tan devastador como se teme, pero advirtió que no se puede esperar el mismo crecimiento anual del 10% que se había mantenido hasta ahora. La magnitud de El Niño se conocerá en las próximas semanas, cuando se inicie la temporada de lluvias. Aunque se cree que El Niño será de intensidad moderada, Amaro señaló que incluso un evento moderado puede causar problemas considerables.

Una agencia estatal peruana encargada de estudiar el fenómeno meteorológico ha declarado que es más probable que este sea de "intensidad moderada". Sin embargo, recientemente ha elevado la probabilidad de un El Niño "fuerte" debido a las temperaturas del océano significativamente más altas de lo normal, lo que desencadena una evaporación que provoca lluvias intensas y desorden en la agricultura.

En 2024, la agricultura peruana estará a merced de la magnitud de El Niño, y su impacto seguirá siendo una incógnita hasta que las condiciones climáticas se hagan evidentes. Mientras tanto, los exportadores agrícolas se preparan para tiempos difíciles y se mantienen atentos a las señales de la naturaleza que podrían definir el futuro de este importante sector económico en Perú.

Agrolatam.com