Inauguración del Museo del Fitito en homenaje a la historia del Fiat 600 producido en Argentina
Gracias a una iniciativa de la Municipalidad de Tres de Febrero, Buenos Aires, el emblemático automóvil argentino ahora cuenta con un espacio dedicado a repasar su historia y el impacto que dejó en la localidad de Caseros y en todo el país.
Stellantis Argentina acompañó a la Municipalidad de Tres de Febrero en la presentación del Museo del Fitito. Un espacio conmemorativo que honra a las más de 297 mil unidades producidas en la antigua fábrica de Fiat en la localidad de Caseros y que cuenta con imágenes de la planta, cartas, documentos y distintas versiones del vehículo que movilizó a más de una generación de argentinos. También se exhiben publicidades de la época, vestimenta de los trabajadores y piezas mecánicas donadas por fanáticos y coleccionistas. Además, cuenta con un sector conmemorativo para que cada admirador pueda dejar su recuerdo vinculado al 600 y un simulador que recorre diferentes lugares a bordo del icónico vehículo.
Complementando esta presentación, el Museo realizará el 5 de noviembre, la Fiesta del Fitito, un evento que reunirá a centenares de ejemplares del Fiat 600. Comenzará en el Autódromo de la Ciudad y finalizará en el Playón Municipal de Caseros, a pocas cuadras de la fábrica de donde salieron todas las unidades producidas en el país. Próximamente, se conocerán los días y horarios de visita para el público en general.
El Fiat 600 en Argentina
Los inicios de la década del '60 en la Argentina estuvieron signados por marcados contrastes que transcurrieron entre luces y sombras. Mientras el país caminaba hacia el autoabastecimiento petrolero, uno de los pilares de la estrategia de desarrollo del Presidente Arturo Frondizi, que también hacía foco en la promoción de la siderurgia, la petroquímica, el sector celulósico y la industria automotriz, complementado por la asignación de un rol fundamental al capital extranjero para dinamizar las inversiones en dichas actividades, no cesaban los enfrentamientos internos que erosionaban las bases de sustentación de la administración desarrollista.
Pese a ello, el gobierno de Frondizi logró sentar las bases para que se diera un nuevo ciclo de desarrollo de la industria automotriz en el país. Con la prioridad puesta en darle impulso a un sector con fuerte poder multiplicador y como fruto de la sanción del decreto 3693/59, llamado «Régimen de Promoción de la Industria Automotriz», Fiat definió la construcción de una planta en la localidad bonaerense de Caseros dedicada al core business de origen: la producción de autos. Puntualmente el 8 de abril de 1960 salió de la línea de producción de la planta de Caseros el primer vehículo de la marca fabricado en el país y, por si fuera poco, uno de los más exitosos y referencia de la motorización masiva de los argentinos: el Fiat 600 d.
Diseñado en 1951 por Dante Giacosa, el Fiat 600 d tenía peso y dimensiones casi iguales a su antecesor, el Fiat 500 c, pero su precio a la venta se fijó por debajo, aunque sus prestaciones mecánicas y de carrocería fueron superiores. Aquel primer 600 color gris claro marcó el comienzo de un prolongado «romance» entre los argentinos y el recordado Fitito que se extendió por más de dos décadas y se prolongó hasta 1982, año en que se discontinuó con leves mejoras y retoques estéticos, pero sin abandonar el diseño y filosofía con que fue presentado en Italia en 1955. En total se produjeron 294,197 unidades de lo que es uno de los vehículos más fabricados por la marca en nuestro país.