Por el cambio climático podría haber "sequía" de cerveza
La volatilidad del clima ya ha interferido con los rendimientos de la cebada en los últimos años, lo que llevó a que los precios europeos de la malta y de la cebada para malta alcanzaran niveles récord en 2022.
La volatilidad del clima ya ha interferido con los rendimientos de la cebada en los últimos años, lo que llevó a que los precios europeos de la malta y de la cebada para malta alcanzaran niveles récord en 2022.
Un análisis realizado por la marca japonesa Asahi concluyó que el calentamiento global reducirá significativamente el suministro de la cebada y la calidad del lúpulo en todo el mundo durante las próximas tres décadas.
Esta merma podría producir una escasez de cerveza, advirtió Atsushi Katsuki, director ejecutivo de la compañía.
Según el escenario de 4 grados de aumento de temperatura de la ONU, la cosecha primaveral de cebada podría disminuir en Francia un 18 % para 2050, mientras la cosecha de Polonia se reduciría un 15 %.
La calidad del lúpulo, componente clave para la conservación y el sabor de la cerveza, disminuiría un 25 % en la República Checa, uno de los mayores productores de lúpulo del mun
Cervecerías internacionales han estado invirtiendo en prácticas agrícolas regenerativas para que sus suministros de cebada sean más resistentes a las crisis climáticas
"Aunque con un clima más cálido el consumo de cerveza puede crecer y convertirse en una oportunidad para nosotros, el cambio climático tendrá un impacto grave", explicó Katsuki. "Existe el riesgo de que no podamos producir suficiente cerveza", agregó.
Asahi, que cuenta entre sus marcas de cerveza con Asahi Super Dry, Peroni Nastro Azzurro y Pilsner Urquell, se asoció con Microsoft y una empresa de tecnología agrícola para comenzar a rastrear el volumen y la calidad de la cosecha en las granjas.
La cervecera tiene previsto lanzar un nuevo centro de adquisiciones global en Singapur, que centralizará el abastecimiento de ingredientes clave para gestionar mejor posibles interrupciones en la cadena de suministro.
Otras cervecerías internacionales han estado invirtiendo en prácticas agrícolas regenerativas para que sus suministros de cebada sean más resistentes a las crisis climáticas.
Anheuser-Busch InBev ha invertido en variedades de cebada resistentes a la sequía en África, mientras que Carlsberg pretende utilizar prácticas agrícolas totalmente regenerativas para 2040.
La volatilidad del clima ya ha interferido con los rendimientos de la cebada en los últimos años, lo que llevó a que los precios europeos de la malta y de la cebada para malta alcanzaran niveles récord en 2022.
Aunque los precios se han moderado, el costo de la cosecha de 2023 este verano fue unos 100 euros superior a los promedios anteriores, según Katsuki.