Mercado de Maíz 2023/2024: Abundantes Cosechas en EE.UU. y Brasil Plantean un Escenario Desafiante
La producción de maíz en Estados Unidos y Brasil se anticipa abundante para la campaña 2023/2024, generando expectativas de una oferta holgada y stocks elevados.
Mientras tanto, factores geopolíticos y condiciones climáticas variables podrían influir en las oportunidades futuras del mercado.
El panorama para el mercado de maíz en la campaña 2023/2024 se presenta complejo y desafiante, con la combinación de cosechas abundantes tanto en Estados Unidos como en Brasil. Aunque los inconvenientes climáticos afectaron levemente la producción estadounidense, se estima que alcanzará un total de 383,8 millones de toneladas, la segunda mayor marca histórica. "La etapa crítica ha pasado; el cultivo está establecido y la cosecha comenzará en septiembre", señala Sebastián Olivero, responsable de Commodities de la corredora StoneX. No obstante, esta producción robusta contribuirá a un excedente de oferta, proyectando un aumento en los stocks de maíz a 57 millones de toneladas, en comparación con los 37 millones de la campaña previa.
En Brasil, la cosecha de safrinha está en sus etapas finales, presentando registros favorables. "Las ventas se están acelerando y se espera que las exportaciones alcancen un récord absoluto de 9 millones de toneladas en agosto", destaca Sebastián. Estas dos cosechas abundantes crean un escenario bajista, ejerciendo presión sobre los precios.
Un factor que podría potencialmente alterar esta tendencia es el conflicto entre Rusia y Ucrania. Mientras que Ucrania suele producir entre 38 y 40 millones de toneladas de maíz, se especula que en 2023 su producción podría reducirse a la mitad debido a la incertidumbre en las exportaciones tras la retirada de Rusia del acuerdo de granos del Mar Negro.
Aunque el escenario se presenta mayormente pesado, se abren posibilidades para oportunidades futuras en el mercado de maíz. Las condiciones climáticas imprevistas en la campaña de Sudamérica podrían tener un impacto. Por ejemplo, un retraso en el pronosticado evento de El Niño moderado podría complicar las siembras tempranas de maíz. Actualmente, en la región maicera argentina, los suelos del este cuentan con humedad suficiente, pero en zonas centrales como Córdoba, Santa Fe, oeste de Buenos Aires y La Pampa, la falta de agua es notoria aunque en comparación con el año anterior, la situación es más favorable.
La lluvia, junto con la estabilidad económica y política, será crucial para activar las siembras y definir las áreas de cultivo de primera. Aunque persiste el interés en la rotación con gramíneas, muchos productores están optando por adquirir insumos gradualmente y muestran cautela a la hora de comprometer ventas en los mercados a término.
En paralelo, la soja emerge como una competidora fuerte en 2023 debido a su siembra más tardía, su menor demanda de inversión en fertilizantes y su menor necesidad de recursos financieros, lo cual es especialmente relevante tras los desafíos de rendimiento del año previo.