Sigue en Aumento de Precios la Hacienda
La dinámica de la actividad ganadera ha experimentado un punto de inflexión tras las elecciones PASO, donde el aumento en el valor de la hacienda liviana ha marcado el inicio de la estabilización del sector
Según destaca el análisis del Rosgan. Con valores mejorados, los productores se inclinan por aumentar la retención de animales, generando un efecto positivo en el conjunto del negocio.
El incremento del precio del ternero puede considerarse como un punto de partida significativo que influirá en todos los eslabones de la cadena ganadera. Aunque para algunos criadores llega tarde esta mejora en el transcurso del año, brinda la oportunidad de estabilizar progresivamente el negocio de cara al ciclo próximo.
A lo largo del año 2023, los precios ganaderos habían quedado rezagados respecto a la inflación, tanto en los remates como en las carnicerías. Sin embargo, los analistas preveían que, ante la caída en las existencias y el contexto inflacionario, el segundo semestre presenciaría una consolidación de los valores.
El resultado de las elecciones del 13 de agosto, donde el candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, obtuvo una victoria y la consecuente devaluación anunciada por el Gobierno, aceleraron los cambios en el panorama ganadero.
Desde Rosgan, se indica que este momento podría marcar el comienzo de un cambio de ciclo para la ganadería, dando paso a una recuperación progresiva y sostenida en los valores de la hacienda.
Sumado a estos factores, la industria ganadera había enfrentado una presión significativa debido al aumento de costos y precios deprimidos. El efecto resultante ha sido la elevación de los precios del ganado en la comercialización, como se evidenció con el incremento del 25% en los precios del gordo en Cañuelas.
Un factor adicional que impulsó la reacción del mercado fue la implementación del "dólar maíz" a finales de julio, que incidió de manera significativa en los valores de la hacienda liviana. El ternero, por ejemplo, ya había experimentado un aumento cercano al 30% antes de las PASO, alcanzando alrededor de $700 por ternero para finales de julio. Tras la devaluación, este precio superó la marca de los $1,000, registrando un incremento adicional del 40%.
Este incremento en los valores del ternero también se ha reflejado en otras categorías, con aumentos nominales superiores al 30% en la última semana y alrededor del 50% en lo que va de agosto. Estas subidas, ajustadas a la inflación, se traducen en un aumento del 20% en relación a los valores registrados un año atrás.
Una de las primeras consecuencias anticipadas en este nuevo panorama de precios es un aumento en la retención por parte de los productores. Esta tendencia puede generar una reducción de la oferta en los próximos meses, lo que a su vez podría impulsar nuevas alzas en los precios.
Ante un año 2023 que proyecta una faena de alrededor de 14,7 millones de cabezas, el sector anticipa una mayor retención y una disminución en la producción de carne para 2024. El escenario exportador también se verá tensionado, ya que cualquier aumento adicional en el mercado tendrá implicaciones locales.
En resumen, la reactivación del sector ganadero a partir de la subida de precios de la hacienda podría activar un círculo virtuoso que fomente la estabilización y el crecimiento gradual de la industria en un contexto desafiante.