Sequía afecta severamente cultivos de trigo en Argentina: pérdida de hojas y plantas en varias regiones
La persistente falta de lluvias está dejando sus marcas en los cultivos de trigo en Argentina, con el 15% de los lotes de trigo en la zona núcleo del país mostrando síntomas de estrés hídrico.
Los informes semanales de la Bolsa de Comercio de Rosario y de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires resaltan los problemas causados por la sequía.
La Guía Estratégica para el Agro (GEA), en su reporte sobre la zona núcleo, advierte que el 15% de los lotes de trigo están mostrando signos de estrés hídrico, lo que se traduce en la pérdida de hojas basales y la disminución de plantas en algunos sectores de los lotes. Esto equivale a aproximadamente 150.000 hectáreas con condiciones regulares debido a la falta de agua.
La situación es particularmente preocupante ya que el 40% de los lotes todavía se mantienen en buen estado y otro 45% se encuentran en condiciones muy buenas. Sin embargo, las lluvias siguen sin llegar y, a medida que pasa el tiempo, las necesidades de los cultivos aumentan. Por ejemplo, en zonas como Carlos Pellegrini, en el centro-sur de Santa Fe, los trigos están empezando a perder hojas basales y, en algunos casos, incluso plantas enteras.
Las complicaciones también se observan en otras regiones, como el noroeste de Buenos Aires, donde se están viendo trigos con hojas desecadas. Aunque algunas áreas mantienen una buena condición, la falta de lluvia está generando preocupación. En el sudeste de Córdoba, la situación es aún más crítica, con lotes de trigo de menor calidad que han comenzado a perder plantas. Expertos advierten que los cultivos se están quedando sin energía y el rendimiento se verá afectado si no llegan las lluvias.
La Guía Estratégica para el Agro calcula que se necesitan entre 40 y 120 milímetros de lluvia en el centro y oeste de la zona núcleo, y entre 10 y 40 milímetros en la franja este, para alcanzar niveles óptimos de reservas de agua en el suelo.
En otras regiones del país, como el centro y norte del área agrícola, la sequía también está teniendo un impacto negativo en el desarrollo del trigo. Con más del 60% de los cultivos transitando entre macollaje y espigazón en condiciones de sequía y temperaturas extremas, la situación es crítica. En las zonas del noroeste y noreste del país, el trigo está iniciando el proceso de espigazón bajo restricciones de humedad y altas temperaturas.
A pesar de este panorama adverso, algunas áreas de Buenos Aires mantienen condiciones más favorables, lo que podría tener un impacto positivo en el desarrollo del trigo. Sin embargo, la incertidumbre persiste y se espera que las lluvias lleguen pronto para aliviar la situación y mejorar las perspectivas de cosecha.