Pronóstico para agosto en Argentina: Cambios en las lluvias y temperaturas
El mes de agosto podría marcar un punto de inflexión en el patrón de lluvias en Argentina, acercándose a los parámetros normales para la época del año. Se espera que el fenómeno El Niño aumente las precipitaciones en la mayoría del país, pero aún faltan semanas para su desarrollo completo.
Además, las temperaturas seguirán siendo cálidas, con pocas entradas de aire frío y disminución del riesgo de heladas tardías en ciertas regiones.
El invierno en Argentina ha estado marcado por lluvias algo más significativas, aunque todavía insuficientes para abordar la escasez hídrica en el país. No obstante, se acercaron a los valores normales para esta época del año. A medida que avanzan los meses, el evento El Niño va ganando fuerza, lo que podría llevar a un aumento de las precipitaciones en gran parte del territorio argentino. Sin embargo, esta transición todavía requiere algunas semanas.
Agosto, como último mes del invierno meteorológico, solía ser escaso en lluvias tanto en el centro como en el norte de Argentina. No obstante, con la aproximación del fenómeno El Niño, esta situación podría cambiar de manera progresiva.
En agosto, se espera un punto de inflexión con respecto a las precipitaciones, ya que podría ser el mes en el que comiencen a observarse fenómenos más importantes en todo el país. Ya en julio, se notó una mejora en la distribución de las lluvias, con eventos más generalizados. Si bien durante el invierno no se suelen registrar lluvias de gran magnitud, este año podría marcar un cambio en esta tendencia.
Las previsiones muestran que las lluvias en agosto se mantienen cercanas a los valores medios para esta época del año en la mayor parte de Argentina. También se observan núcleos con lluvias por encima de lo normal en el extremo sur de Brasil, este de Paraguay, gran parte de Uruguay y zonas del Litoral argentino.
Aunque los acumulados de lluvia durante el mes no suelen ser muy altos, hacia finales de agosto pueden aumentar y estar asociados a los primeros eventos de magnitud de la segunda mitad del año, como la "tormenta de Santa Rosa".
En cuanto a las temperaturas, los meses de junio y julio mostraron valores promedio superiores a lo normal, con pocas entradas de aire frío significativas y altos registros térmicos. Se espera que agosto transcurra de manera similar, con pocos ingresos de aire frío, lo que podría llevar a un invierno cálido en su totalidad.
Esta característica de temperaturas cálidas se extiende a toda la región sur de Sudamérica, desde Bolivia hasta Brasil, lo que disminuye el riesgo de heladas tardías en ciertas áreas del norte argentino, Paraguay y Brasil. Sin embargo, todavía se pueden observar eventos de helada de variada intensidad en la zona central de Argentina y gran parte de Uruguay hasta al menos septiembre.**