Desafíos en las exportaciones agroindustriales: solo 11 de 35 sectores logran incrementar sus ventas al exterior
Según un informe del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), en los primeros cinco meses de 2023, solo una minoría de sectores agroexportadores experimentó un crecimiento en sus exportaciones.
Mientras algunos rubros como pesca, maní, legumbres y otros tuvieron un desempeño favorable, el resto de las actividades mostraron una caída preocupante.
Durante mayo pasado, el sector agroindustrial experimentó una disminución del 34,1% en las exportaciones en comparación con el mismo período de 2022, lo que implicó una reducción de $1884 millones de dólares. A pesar de un aumento del 17,5% respecto a abril, las exportaciones acumularon una caída de $7627 millones de dólares en los primeros cinco meses del año. Cabe destacar que los sectores porcino, alfalfa y frutícola (excluyendo manzanas, limones, peras, frutos rojos, cerezas y arándanos) registraron un crecimiento relativo significativo.
Estas son producciones que los analistas consideran que tienen potencial para aumentar su participación en el mercado. Sin embargo, surge la incertidumbre sobre si este aumento registrado podrá mantenerse, ya que las mejoras se comparan con un año 2022 que fue desfavorable.
Los datos revelados en el estudio del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) muestran que, entre enero y mayo, el sector porcino experimentó un aumento del 115,7% en sus exportaciones en comparación con el mismo período del año anterior, liderando las subidas. Aunque su participación en el total de exportaciones es marginal, representando solo el 0,09%.
Jorge Amado, presidente de la Federación Porcina e integrante del CAA, señaló que es necesario analizar el año 2021, cuando las exportaciones fueron las más altas de los últimos años. Explicó que el crecimiento registrado en lo que va del año se compara prácticamente con un escenario de casi nulo crecimiento en 2022, lo cual se atribuye a la existencia de un tipo de cambio desdoblado que no se ajusta a la realidad. También mencionó la contradicción de tener que pagar un diferencial para importar soja cuando se utilizan dólares para hacerlo.
Amado destacó que la cadena comercial porcina ha pasado de ser positiva a negativa. Subrayó el enorme potencial del cerdo argentino y mencionó que el precio actual del kilo vivo en Argentina es de $1,60 en comparación con $1,25 o $1,30 en Brasil. Expresó que si el tipo de cambio fuera de $400, el valor actual del cerdo vivo sería inferior a un dólar, convirtiendo a Argentina en el país más competitivo del mundo en este aspecto. Además, afirmó que si hubiera existido un "dólar carne" en lugar de un "dólar soja", se habría exportado mucho más, no solo en el sector porcino, sino en todas las carnes.
Amado calificó la situación actual de las exportaciones del sector como "paupérrima" en comparación con su potencial y logros pasados. Mencionó que en 2020 se logró una balanza comercial positiva gracias al desarrollo de un mercado de exportación que tuvo que ser abandonado debido a la inestabilidad cambiaria.
En cuanto a la alfalfa, se observó un crecimiento del 73,3% en las exportaciones, aunque representa solo el 0,17% del total de los complejos exportadores. Fuentes del sector explicaron que Argentina tiene un gran potencial en el cultivo, siendo uno de los tres principales productores a nivel mundial, con cuatro millones de hectáreas cultivadas. Sin embargo, debido al alto consumo interno en un país ganadero, el mercado local absorbe gran parte de la producción.
Durante mayo pasado, los complejos de trigo, soja y maíz fueron los que más contribuyeron a la caída acumulada en comparación con el año anterior, mientras que los sectores del maní, legumbres y arroz lograron amortiguar en mayor medida dicha caída.
De los 35 sectores analizados, solo 11 incrementaron sus exportaciones en los primeros cinco meses del año, siendo los sectores pesquero (1,5%), maní (18%), legumbres (19,3%), papas (8%), maíz pisingallo (22%), yerbatero (1,69%), alfalfa (73,3%), porcinos (115,7%), sucroalcoholero (73,3%), resto frutihortícola (43,7%), y cítricos (excepto limón) (5,3%).
De todos los sectores que mostraron crecimiento, el más relevante en términos de participación es el sector del maní, con un 3,8% del total. El resto de los sectores tienen menos del 1% de participación en el total de los complejos exportadores.
A pesar de que el sector sucroalcoholero (con una participación del 0,16% en el total) experimentó un aumento del 61,5% en las exportaciones en mayo (uno de los mayores incrementos), registró una caída del 49% en los primeros cinco meses del año. Este año, la zafra comenzó con retraso debido a la sequía y otros factores climáticos. Sin embargo, los referentes del sector afirman que los rendimientos se están normalizando y alcanzando los niveles esperados.
Durante las conferencias por el décimo aniversario del Instituto de Promoción del Azúcar y Alcohol de Tucumán, se mencionó que los volúmenes de molienda para este año serán similares a los del año pasado.