Prohibición de los fitosanitarios con clorpirifós etil y metil: Priorizando la salud y la protección vegetal
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) ha dado de baja los principios activos y productos fitosanitarios que contienen clorpirifós etil y metil, tras una exhaustiva revisión de los riesgos para la salud.
Esta medida se basa en estudios científicos y procesos regulatorios llevados a cabo a nivel mundial.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) ha anunciado la prohibición de los principios activos y productos fitosanitarios que contienen clorpirifós etil y metil en el Registro Nacional de Terapéutica Vegetal. Esta decisión se basa en una revisión integral de los antecedentes científicos que evaluaron los riesgos asociados a estos productos para la salud humana.
La evaluación en Argentina tuvo en cuenta los resultados de nuevos estudios de toxicología crónica que se llevaron a cabo después de la evaluación inicial de riesgos para la salud humana del clorpirifós. Como resultado de esta revisión, la Dirección de Agroquímicos y Biológicos actualizó los parámetros toxicológicos crónicos y los coeficientes de seguridad utilizados en el análisis de riesgo para el consumidor en relación con los usos aprobados del clorpirifós en el país.
Es importante destacar que cualquier incumplimiento o transgresión a esta resolución será sancionado de acuerdo con las disposiciones legales correspondientes. Además, se pueden tomar medidas preventivas de acuerdo con el Manual de Procedimientos de Infracciones del Senasa.
Con esta medida, se pone fin al período de autorización para la comercialización y uso de los productos que contienen clorpirifós etil y metil. Esta autorización tenía un plazo de 455 días hábiles para permitir la utilización de los stocks disponibles y evitar la generación de nuevas partidas de estos productos.
Abrir resolucion completa aca: SERVICIO NACIONAL DE SANIDAD Y CALIDAD AGROALIMENTARIA
La prohibición de los fitosanitarios con clorpirifós etil y metil refleja el compromiso del Senasa en proteger la salud humana y garantizar la protección vegetal. Esta medida se basa en una evaluación rigurosa de los riesgos y en la actualización de los parámetros toxicológicos, lo que contribuye a promover prácticas agrícolas más seguras y sostenibles en Argentina.