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Colombia se acerca a la regulación del cannabis de uso adulto: ¿qué está en juego

El proyecto de ley para regular el uso adulto del cannabis en Colombia enfrenta una importante votación en el Senado

Aunque el consumo y cultivo de cannabis son legales para adultos en el país, la falta de regulación en su comercialización plantea desafíos. La posible aprobación de esta ley busca establecer restricciones, prevenir el mercado ilegal y mejorar la salud pública, mientras se unen a la tendencia mundial hacia la legalización.

En Colombia, el consumo y cultivo de cannabis para uso adulto son legales, permitiendo a los adultos poseer hasta 20 plantas. Sin embargo, la cadena de comercialización de esta sustancia presenta vacíos regulatorios que buscan ser abordados a través de un proyecto de ley. Este proyecto enfrenta un momento crítico, ya que será votado en la plenaria del Senado para determinar si continúa su curso hacia la posible conversión en ley en Colombia, un país con aproximadamente 1,5 millones de consumidores de cannabis.

A principios de este mes, la Comisión Primera del Senado aprobó el proyecto de ley en su séptimo debate, con 15 votos a favor y 4 en contra, avanzando así hacia su última etapa de evaluación y votación. Sin embargo, antes de su aprobación definitiva, el proyecto debe superar ocho debates adicionales y enfrentar los últimos obstáculos en su camino.

En caso de ser aprobado, este proyecto de ley reformaría el artículo 49 de la Constitución colombiana, lo que permitiría regular la comercialización del cannabis de uso adulto. Cabe destacar que este es el cuarto intento en los últimos cinco años para legalizar el consumo adulto de cannabis en Colombia.

Los autores del proyecto defienden que el consumo estaría sujeto a restricciones en espacios donde puedan verse afectados los menores de edad, como colegios y universidades. La senadora y ponente María José Pizarro Rodríguez enfatizó que no se permitiría el consumo en áreas comunes de propiedades horizontales ni en espacios públicos. Además, se plantea implementar una política pública para la prevención y atención de los consumidores, así como un mejor control de la calidad de los productos, con el objetivo de combatir el mercado ilegal y despojar a las bandas criminales del control del negocio.

El ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, advirtió sobre el monopolio ilegal y la necesidad de que el Estado asuma un papel regulador para generar beneficios en términos de vida y salud, en lugar de perpetuar la guerra por el control del mercado en las zonas de cultivos ilícitos.

El expresidente colombiano Juan Manuel Santos también se ha pronunciado a favor de la regulación del cannabis de uso adulto, argumentando que sería una forma de despojar a las mafias de su renta, mejorar la salud pública y crear empleo. Santos señala que el mundo se está moviendo en esa dirección, haciendo referencia a países como Uruguay, México, Canadá y varios estados de Estados Unidos, que ya han implementado normativas para permitir el consumo de cannabis.

Por otro lado, los opositores a la iniciativa, como el senador Carlos Fernando Motoa Solarte, del partido Cambio Radical, sostienen que el consumo recreativo de cannabis conlleva consecuencias negativas para la salud física y mental, y no se pueden pasar por alto estos aspectos.

Colombia ya ha regulado los usos medicinales e industriales del cannabis, pero la legalización del consumo adulto o recreativo ha enfrentado una fuerte oposición por parte de sectores conservadores del Congreso.

En cuanto a las proyecciones económicas, según datos del portal alemán de estadísticas Statista, se estima que el gasto global en cannabis legal superará los 33.000 millones de dólares en 2025. Estas cifras indican un crecimiento significativo en comparación con los años anteriores y reflejan el potencial económico que puede tener la regulación del cannabis.

El Gobierno colombiano, encabezado por el presidente Gustavo Petro, ha planteado una nueva política antidrogas que busca modificar la legislación vigente en la producción y comercialización del cannabis. Además, se pretende implementar un tratamiento penal diferenciado para los pequeños cultivadores y promover medidas de inclusión social y productiva.

En resumen, la posible aprobación de la regulación del cannabis de uso adulto en Colombia representa un paso importante hacia la creación de un marco legal claro y definido para la comercialización de esta sustancia. Además de abordar los vacíos regulatorios existentes, se busca prevenir el mercado ilegal, mejorar la calidad de los productos y promover la salud pública. La legalización del consumo de cannabis en otros países y las proyecciones económicas respaldan esta tendencia mundial hacia la regulación del cannabis.

Agrolatam.com