La guerra de Rusia y Ucrania afecta el comercio de trigo en Europa
La política proteccionista de Europa choca con el conflicto en Ucrania, resultando en restricciones a las importaciones de granos ucranianos. Países como Polonia y Hungría han prohibido unilateralmente la entrada de trigo de Ucrania en sus mercados, lo cual ha generado tensiones en el continente.
Desde el inicio de la guerra en Ucrania hace un año y medio, las fuerzas de Kiev se preparan para lanzar una contraofensiva contra el ejército ruso en el Sur y Este del país. En medio de esta crisis, la Comisión Europea ha impuesto límites estrictos a las importaciones de granos ucranianos debido a las demandas de países como Polonia y Hungría, quienes han prohibido el ingreso de trigo ucraniano en sus respectivos mercados.
Resulta notable el papel de Polonia en esta crisis, ya que es uno de los principales productores agroalimentarios de Europa y, a su vez, ha abogado por el ingreso de Ucrania a la Unión Europea y la OTAN. Sin embargo, presionada por sus productores agrícolas, Polonia se ha convertido en uno de los principales opositores al ingreso de los granos ucranianos en su territorio.
Es evidente que las consideraciones estratégicas respecto a Ucrania están subordinadas a los intereses del mercado de granos en Europa. Tanto Polonia como otros países vecinos, todos ellos productores agroalimentarios, priorizan sus intereses nacionales por encima del conflicto en Ucrania. Para los productores agrícolas polacos, esta situación no solo implica competencia con el trigo ucraniano, sino también con el maíz, los aceites vegetales y la semilla de girasol.
La Comisión Europea ha avalado las medidas proteccionistas adoptadas unilateralmente por Polonia y otros países, incluso estableciendo un fondo de emergencia de 100 millones de euros para compensar a los productores afectados por la competencia ucraniana.
Cabe destacar que en caso de que Ucrania se una finalmente a la Unión Europea, lo cual podría llevar muchos años, podría colocar toda su producción en el mercado común y recibir subsidios a través de la Política Agrícola Común, el pilar del proteccionismo agrícola europeo hacia terceros países.
Resulta irónico que el mercado europeo sea el último bastión del proteccionismo agrícola en el siglo XXI y que Ucrania, en medio de la invasión rusa, esté experimentando las consecuencias de dicho proteccionismo.
Las acciones de la Unión Europea en este contexto dificultarían cualquier reclamo hacia los países del Mercosur, especialmente en materia ambiental, ya que utilizar un "doble estándar" en la política internacional tiene límites establecidos por la lógica y la realidad.
Por su parte, Ucrania ha decidido extender su acuerdo con Rusia, mediado por Turquía y las Naciones Unidas, para exportar granos al Norte de África y el continente africano