Los transportistas y estaciones de servicio sufren las consecuencias de la sequía en Argentina
La escasez de cosechas impacta en la disminución de viajes y el consumo de gasoil, generando dificultades económicas para los camioneros y cambios en el modelo de negocio de las estaciones de servicio.
La sequía continúa dejando estragos en el sector agrícola de Argentina y ahora sus efectos se trasladan a los transportistas y las estaciones de servicio. Los transportistas de cereales han visto una drástica reducción en la cantidad de viajes que realizan, llegando incluso a disminuir en un 70%. Esta disminución en la demanda de transporte de cereales ha llevado a una caída significativa en el consumo de gasoil, según informa la Bolsa de Comercio de Rosario.
Pablo Gutiérrez, transportista en Bandera, Santiago del Estero, señala que el transporte de cereales es el rubro que menos beneficios le genera actualmente. Explica que los bajos rendimientos de la sequía y la competencia de camiones provenientes de zonas con resultados desfavorables han contribuido a esta situación. Martín Ludueña, transportista de cereales y presidente de Agro Logística Transporte, confirma esta realidad al afirmar que los viajes se han reducido en un 70% en su empresa.
Ludueña también menciona los altos costos de mantenimiento de los camiones, ilustrando que un simple cambio de aceite puede llegar a costar $180.000, mientras que obtener neumáticos nuevos y equipar una unidad puede llegar a los $6.000.000. Ante la falta de carga de cereales, los camiones han tenido que buscar otras opciones, como transportar arena hacia Aniello (ciudad base del yacimiento Vaca Muerta) o cargar cebolla para llevar a Formosa. Algunos transportistas incluso se han visto obligados a buscar ingresos adicionales vendiendo churros después de un viaje, para poder subsistir en esta difícil situación.
Por otro lado, las estaciones de servicio también han sentido el impacto de la sequía. Julián Briacchi, gerente de Bribal S.R.L, una empresa con estaciones de servicio en diferentes partes del país, ha logrado diversificar su negocio a tiempo para mitigar las pérdidas. Han optado por enfocarse en el transporte internacional y en la producción de cebolla en la ciudad de Bahía Blanca. Sin embargo, Briacchi señala que la política de subsidios al consumo de combustibles está desequilibrada y sugiere que se debería apoyar más a la producción para impulsar el sector.
En resumen, la sequía ha impactado negativamente en los transportistas de cereales, reduciendo la demanda de viajes y el consumo de gasoil. Los altos costos de mantenimiento y la falta de tarifas actualizadas han complicado aún más la situación. Las estaciones de servicio también han enfrentado dificultades, aunque algunas han logrado adaptarse diversificando su negocio. Es necesario tomar medidas para apoyar a los transportistas y contratistas rurales, así como revisar los precios de los combustibles y fomentar la producción en el sector agropecuario.