"Ni el minorista ni el supermercado saben cómo reponer la producción que hoy se vende"
Así lo afirmó, Pablo Vernengo, el Director ejecutivo de Economías Regionales de CAME, quien además señaló que un gran problema en Argentina es que no hay precios de referencia. También destacó que es necesario cambiar la matriz productiva.
Se conocieron los resultados del último relevamiento mensual de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que mostró que sigue siendo importante la brecha entre los precios que reciben los productores y aquellos que pagan los consumidores por los alimentos.
En este sentido, en abril los consumidores pagaron por los agro alimentos casi $4 (3,9) por cada $1 que percibieron los productores, es decir que en la cadena de intermediarios el valor se multiplicó casi 4 veces, desde el campo (origen) hasta la góndola (destino). Sin embargo, en el caso de los limones, la diferencia fue de 17 veces mayor.
En diálogo con Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), Pablo Vernengo, Director ejecutivo de Economías Regionales de CAME, afirmó que "como sector primario de productos para la mesa de los argentinos estamos complicados para poder ofertar productos de calidad y en volumen. Ello debido a las inclemencias climáticas lo que generó mermas muy significativas en ciertas producciones"."Las inclemencias climáticas fueron un factor determinante que perturbó todo el sistema de producción para las economías regionales, al haber menor oferta y calidad, subieron en forma considerable los precios de algunos productos. Es decir, por un lado hay menor producción y calidad, con productores que trabajan a rentabilidad nula. Por otro lado, el impacto de la inflación en las góndolas se ve incrementado porque ni el minorista ni el gran supermercado saben cómo van a reponer la producción que hoy se vende"
El índice de precios "del campo a la góndola"
"La canasta del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD), es un relevamiento que CAME desarrolla desde el año 2015, para analizar cuánto como consumidores pagamos por encima de lo que percibe el productor, por la mercadería que compramos en los comercios.
Vernengo explicó a Modo Fontevecchia, que "juega por un lado la oferta y la demanda y por otro lado, el impacto inflacionario, porque para cubrirse el comercio minorista aplica un valor de reposición mucho más alto y por lo tanto la brecha queda 16 veces lo que paga el consumidor con respecto a lo que percibe el productor".
"Esta distorsión, esta brecha que se genera en el precio del producto, se ve afectada por varios factores dentro de la cadena de producción, como el transporte. También influyen los operadores, los comercializadores que se encuentran en los mercados concentradores, que se llevan una renta indebida cercana entre el 8% y el 20% dependiendo del producto".
Las mayores y menores brechas, en la cima el limón y los huevosLos 5 productos con mayor brecha entre precios de origen y destino fueron: el limón (16,9 veces), la cebolla (15), la naranja (10,1), la mandarina (6,9) y la zanahoria (6,7). Entre los alimentos que presentaron menor diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagó el consumidor, se encuentran: los huevos (1,9 veces) y el pollo (2,3) entre otros.
El Mercado Central como importador de alimentos
Vernengo además señaló a Modo Fontevecchia respecto de las medidas que pondrían en cabeza del Mercado Central el rol de importador directo de alimentos. "Esa medida aún no fue publicada, además, no creo tenga atribuciones de acuerdo a los estatutos para ser un operador comercial"
También advirtió que en caso de aplicarse "Se trataría de una intervención que no solucionaría nada. Sería una historia repetitiva, como fue el caso de los famosos pollos de Mazorin, cuando el Estado salió a comprar pollo de Hungría y terminamos perdiendo USD 50 millones".
Medidas necesarias para el sector
Destacó además cuales serían las medidas que en carácter necesario para aliviar al sector. "Para el productor de las economías regionales que representa el 63% de los productores, son unos 150.000 en total, lo que se necesita es la reducción de costos. Por un lado, a través de la reducción de las cargas patronales, a través del mínimo no imponible que se debería actualizar porque está congelado desde diciembre de 2019.
Agregó que "también se necesita la reducción de la presión tributaria en los servicios. Hay que recordar que venimos de 3 tres años de secas muy importantes y que toda la zona de producción, en Cuyo y la zona cordillerana, la producción es un oasis en un árido. Nuestra producción se basa en que se extrae agua a doscientos metros de profundidad y por ende el costo en la energía es realmente elevado. Ahí estamos pagando el 27% de impuestos, y llevarlo al 10,5 % sería un punto importante".
"Por otro lado, sería oportuno implementar la cuenta única tributaria para que las Pymes puedan financiarse con recursos propios, sin caer en las cuevas donde a las tasas que se deberían financiar no son atractivas para el sector productivo. Nosotros necesitamos reducir costos y acá todos los días nos aumentan los costos", afirmó Vernengo.
Incidencia del aumento de salarios
Además "el incremento de salarios va acompañando todo el proceso inflacionario. Dependiendo de la actividad, en CAME Analizamos 32 complejos y en ciertos casos la incidencia de la mano de obra puede variar entre el 40% al 70% en la incidencia de costos de la estructura productiva de la empresa".Argentina sin precios de referencia
Al ser consultado sobre la desvirtualización en los precios: "No es el productor el que produce el desbalance. Hay productores que porque perdieron toda su cosecha perciben cero. El problema en Argentina que no hay precios de referencia. Al no tener precio de referencia, el comerciante minorista trata de poner un precio para su reposición y cuidar que no se descapitalice y poder abrir el día de mañana con mercadería adentro".
"Hoy lo que tenemos son precios oídos, para el mercado fruto y hortícola, y más con las tecnologías que existen las apps y demás deberíamos volver a los remates. Es decir, que confluya en forma transparente con menores comisiones por parte de los operadores y se produzcan los remates dentro de lo que son los mercados concentradores. Eso sería un paso. Por otra parte, el Gobierno podría bajar el IVA de las frutas y hortalizas del 21% al 10% o al 5%, como pasa en muchos países del mundo".
Un cambio en la matriz productiva
"La única salida en Argentina para los sectores productivos es ver de qué manera se pueden bajar los costos, bajar la presión tributaria y pensar la manera de cambiar la matriz productiva. En Argentina llevamos más de 70 años con una matriz productiva que ya no va. La Argentina no es homogénea, hay asimetrías muy marcadas. El Estado debería penetrar en ciertos casos para equilibrar la cancha. No todas las empresas son iguales en Argentina, acá se da tratamiento como si fuera todo igual".