Importaciones en yuanes: China habilitará u$s800 millones mensuales hasta agosto
Este dinero debe sumarse además a los u$s5.000 millones que el mismo el Banco del Pueblo de China giró de a 1.000 millones por mes, en el período diciembre- abril y que completó el acuerdo firmado en noviembre del año pasado por el ministerio de Economía y el gobierno oriental.
China habilitará desde este mes, unos u$s800 millones dentro del acuerdo de utilización de los yuanes para financiar exportaciones de ese origen al país. El mismo monto de dinero se aplicará al acuerdo mensualmente durante el período junio-agosto; con el mismo mecanismo y fin que el utilizado en mayo.
Este dinero debe sumarse además a los u$s5.000 millones que el mismo el Banco del Pueblo de China giró de a 1.000 millones por mes, en el período diciembre- abril y que completó el acuerdo firmado en noviembre del año pasado por el ministerio de Economía y el gobierno oriental.
En su momento, tanto los mercados como los operadores financieros dudaron del cumplimiento de la promesa y de su efectividad. Sin embargo, se reconoció hacia abril que la promesa se había cumplido y que resultó, si bien no determinante para la suerte del tipo de cambio, bastante eficiente para el comercio bilateral, si se mide la disminución de la demanda de divisas del Banco Central.
En el debe habrá que anotar que la mayoría de ese dinero se utilizó para importaciones desde china, más que para ventas a ese mercado. Algo que, según los expertos, de todas maneras iba a ocurrir dada la situación actual en el mercado de importaciones y exportaciones desde China. Lo importante para mostrar, en todo caso, es que el acuerdo se cumplió entre diciembre y abril; y que, aunque en un monto levemente menor, continuará hasta agosto. Y quizá más allá también.Si se toma en cuenta el período diciembre 2022- agosto 2023, será el plazo más largo de tiempo y el uso más profundo que Argentina le haya dado al swap con China; un mecanismo de aplicación de pesos sobre yuanes al que echaron mano tanto gobiernos kirchneristas como Juntos por el Cambio.
Según se destacaba por estas horas en el Ministerio de Economía, lo importante del movimiento es qu e tanto los u$s5.000 millones usados entre diciembre y abril como los yuanes que comenzarán a aplicarse desde mayo, se trata de fondos que liberan dólares que quedan como de "libre disponibilidad" lo que le da un valor agregado extra a la operación.
Este dinero, hasta que lleguen los fondos del FMI que se negocian en estos días, es la principal arma que el Palacio de Hacienda tendrá para ejecutar política financiera y cambiaria, luego de las liquidaciones del dólar agro, que la semana pasada comenzaron a despertar.
En principio, los dólares contabilizados en yuanes chinos son utilizados para empresas que participan del mosaico de importaciones o exportaciones con el país oriental. Con un listado confeccionado por el Ministerio de Economía y el BCRA, con prioridad para las compañías locales y multinacionales que firmaron el acuerdo de Precios Justos.
También podrían disponer de esos dólares industrias como la automotriz, petroquímica y laboratorios, además de agroquímicos y fertilizantes para garantizar la campaña sojera. Obviamente, de empresas chinas.
Como el swap está nominado en dólares, pero representa yuanes, cada vez que se concrete una operación de compra y venta de importaciones o exportaciones de bienes y servicios entre los dos mercados, las reservas vinculadas al acuerdo con China se podrían contabilizar como convertibles y así ir ingresando dólares líquidos.
Como casi todos los acuerdos monetarios a los que llega el país, la habilitación de este instrumento también es polémica. Un swap es un mecanismo por el cual la Argentina y China se comprometen a habilitar eventualmente el cambio de divisas, sin la intervención de terceras monedas; en este caso, el dólar.
El aporte de capital lo hace el Banco Central de China, bajo la certeza de que los yuanes originales serán eventualmente utilizados. Mientras tanto, hasta que se ejecute el cambio, quedan como libre disponibilidad del depositante: el BCRA.
Por Carlos Burgueño