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Sin reservas, importadores apuestan al comercio con Brasil

Aseguran que el nivel de reservas actual no cubre un mes de compras al exterior, unos u$s 4500 millones. Apuestan al financiamiento que prometió Lula y el oxígeno del sector automotriz

Frente al recrudecimiento de la sequía la problemática del sector importador, que demanda dólares para la producción, principalmente, se precipita.

Desde la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA) aseguran que aún con superávit comercial, como sucedió en los últimos años, y más allá de los controles que se intensificaron a través del nuevo Sistema SIRA, el nivel de importaciones de la Argentina "no alcanza para el ritmo productivo y de comercio que necesitan las compañías".

En el último panorama económico la entidad señaló que las reservas internacionales netas actuales son menores a lo que demandan las compras al exterior cada mes, en torno a u$s 4.500 millones, y cuestionó que las importaciones son "la válvula que se abre o se cierra dependiendo de los dólares disponibles".

El informe refleja un achicamiento en el volumen general del comercio, a partir de la caída del agro, y desde ahí se explica el impacto que generará la menor disponibilidad de divisas en los distintos actores de la economía que demandan piezas, partes e insumo para su producción final, que muchas veces se destina a la exportación.

Sobre el valor de las exportaciones, quienes participan del REM estiman que sumarán este año u$s 74.391 millones.

En cuanto a las importaciones, las proyecciones se ubicaron en u$s 71.195 millones. Así, los participantes del REM contemplan, para 2023 una caída interanual de 15,9% en el valor de las exportaciones y de 12,7% para las importaciones.

SALIDA DE EMERGENCIA 

Por el momento no se registró el cierre de fábricas por falta de insumos, pero sí, desde inicio del año, la entidad que reúne a importadores de todo el país detecta demoras en la producción y paradas de líneas. 

"Desde el inicio del año, vemos mayor ineficiencia", explicó Fernando Furci, gerente General de CIRA a El Cronista y destacó que "parte de la rentabilidad en la producción tiene que ver con la eficiencia en los costos y los tiempos logísticos".

De cara a un año con menor disponibilidad de dólares y el riesgo que late sobre las líneas de producción, el sector empresario se entusiasma con la ayuda que puede llegar desde Brasil, el principal socio comercial de la Argentina. Los importadores valoran "medidas que podrían mejorar el panorama", con la gestión de Luiz Inácio Lula da Silva; entre ellas, el anuncio de financiamiento para importaciones por u$s 5000 millones y el uso de monedas locales en el comercio bilateral que "despeje parcialmente la necesidad de divisas".

Entre las señales positivas se destacan las perspectivas de aumento de exportaciones de autos al mercado regional. Una situación que puede generar oxígeno, sin embargo, aclararon que "el alivio a la demanda de dólares sería insuficiente".

SIN RESERVAS 

El trabajo se apoya en datos oficiales que mantienen una mejor expectativa de liquidación de divisas del agro -frente a las estimaciones de informes privados que ya descuentan entre 15 y 20 mil millones de dólares-, sin embargo, desde CIRA aseguran que "la disponibilidad de dólares caerá" frente a "la peor crisis de divisas de los últimos 20 años".

Aunque la Cámara prefiere que cada actividad realice sus propios cálculos, en general, vislumbran un 2023 "con menor oferta de dólares y restricciones de acceso a divisas (cepo), inflación creciente, presión cambiaria y con severos riesgos financieros dada la emisión acumulada (y la del 2023) y los fuertes vencimientos en pesos".

En ese sentido, el estudio define que, en un año atravesado por la presión electoral, "el Gobierno deberá elegir entre lo malo o lo peor": entre cumplir con las metas de ajuste fiscal que rigen con el Fondo Monetario Internacional (FMI) o impulsar la demanda con un mayor gasto público. 

"Lo primero, agregaría un factor adicional de contracción, aunque lo segundo distorsionaría aún más las variables económicas con final incierto", alertó el documento.

En concreto, por el efecto de la sequía que complicaría de forma adicional la disponibilidad de dólares y la provisión de bienes importados, advierten una caída de la actividad económica de entre 2,5 y 3%. 

Por Belén Ehuletche