Mercosur

Acuerdo Mercosur-UE en suspenso hasta que productores sudamericanos sigan los mismos protocolos, advierte Macron

Los productores sudamericanos "no respetan las mismas restricciones medioambientales y sanitarias que nosotros imponemos a nuestros productores"

El presidente francés, Emmanuel Macron, volvió a advertir durante el fin de semana de que el acuerdo Mercosur-UE no será ratificado hasta que todos los países implicados en él se atengan al mismo conjunto de normas medioambientales. "Cuando se imponen restricciones a nuestros productores, debemos imponerlas a los alimentos que importamos", subrayó.

A pesar de los esfuerzos en este sentido, los cuatro miembros de pleno derecho del Mercosur (Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil) tienen normas diferentes sobre sus acciones climáticas. Mientras que Uruguay ha emitido bonos vinculados al rendimiento del país medido en función de los objetivos para 2030, Brasil está empezando a deshacer cuatro años de indiferencia hacia las cuestiones medioambientales bajo el expresidente Jair Bolsonaro.

Para Macron, un tratado como el ya firmado entre la Unión Europea y Mercosur "no es posible si no respetan los Acuerdos de París como nosotros y si no respetan las mismas restricciones medioambientales y sanitarias que nosotros imponemos a nuestros productores".

Este acuerdo, que está pendiente de ratificación por parte de los Legislativos de cada país desde 2019 tras dos décadas de conversaciones, quedó bloqueado por las políticas -o la falta de ellas más bien- de Bolsonaro y se esperaba que las cosas se agilizaran tras su salida del Gobierno.

"Se abrió una ventana de oportunidad, pero es pequeña y hay que poner el pie en la puerta y empujar fuerte para llegar a la meta", dijo el eurodiputado Jordi Cañas. A pesar de los desequilibrios aún por resolver, existe presión sobre los países de la UE para que ratifiquen el documento antes de que se produzca un cambio de paradigma político. El Vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, responsable de clima de la UE, esperaba tras una visita a Brasil a principios de año que si los dos continentes consiguen frenar la deforestación de la Amazonia, el acuerdo podría firmarse en julio.

Los productores agrícolas franceses temen que la entrada en el mercado comunitario de productos sudamericanos sujetos a normas climáticas menos rigurosas pueda afectar a sus negocios.