Entre la inflación y la suba de costos, disparidad en las economías regionales
La lechería, la industria avícola y el arroz, entre otros sectores, muestran señales de crisis.
Coninagro publica esta herramienta para que el productor agropecuario pueda hacer un seguimiento de los indicadores que se analizan. Mirá en detalle el relevamiento de las 19 economías regionales monitoreadas por el área de Economía de CONINAGRO, con cifras que surgen con datos relevados durante el mes de febrero 2022. El "Semáforo de Economías Regionales" busca simplificar la complejidad y heterogeneidad de la producción en el campo hacia una herramienta visual de análisis.
En este contexto, el sector lechero se vio afectado en enero por stress térmico y en marzo por lluvias. Entre otros factores, esto precipitó una disminución en la venta por litros y en parte esa caída se compensa con las ventas en el segmento de proximidad (despensas y autoservicios), con ventas informales.
Por su parte, en el sector de la avicultura los altos costos de producción, principalmente por la suba del maíz para la alimentación animal, recortan rentabilidad a las empresas mientras crece el consumo pero que no convalidan una suba de precios. El pollo se convirtió en el gran sustituto de la carne en la mesa los argentinos y hoy su consumo está prácticamente emparejado al de la carne vacuna, un fenómeno que se dio por un solo factor, que es por los precios mucho más bajos de la carne blanca.
En tanto, en el sector del maní, los bajos precios internacionales y los altos stocks generan un escenario bajista para este cultivo en el inicio de la nueva campaña. En el del vino y el mosto, según detallan desde Coninagro, se destaca una menor producción, en un contexto de caída de ventas y mayores costos de producción. La cadena muestra preocupación con respecto hasta dónde el consumidor podrá convalidar una posible suba de los valores en las góndolas.
Otra economía regional clave es la lechería y esta también muestra señales de crisis para tener en cuenta. Concretamente, el sector lechero se vio afectado en enero por stress térmico y en marzo por lluvias. Entre otros factores, esto precipitó una disminución en la venta por litros y en parte esa caída se compensa con las ventas en el segmento de proximidad (despensas y autoservicios), con ventas informales.
En lo que respecta al consumo en el mercado interno, según explican desde el sector, se evidencia una primarización. Es decir, hay más demanda de productos básicos (leche en cartón, queso cremoso, barra y yogur bebible) y menos de productos de valor agregado (yogures en pote, leches saborizadas, postres, flanes, quesos untables, duros, etcétera).
Por último, en cuanto a las exportaciones, el estimado para 2022 indica que un 24% de la producción total tendría como destino el mercado externo, algo similar a 2021.