"El gobierno se plantea corregir las distorsiones en el comercio de granos"
Mario Cafiero, titular del Inaes, analizó la salida a la crisis del grupo Vicentin que impulsa el gobierno nacional.
Mario Cafiero, titular del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) analizó la apuesta al asociativismo cooperativo que propone el gobierno del Frente de Todos (FdT) y, en especial, el rol que le asigna al sector en la solución a la crisis que dejó la caída del grupo Vicentin. "Una cerealera tiene una lógica parecida a la de un banco. Funciona por confianza", advirtió el funcionario.
La Argentina tiene unos 108 mil productores agropecuarios. "De ese total, 50 mil los creó el peronismo a mediados del siglo pasado. Sin embargo, la relación del campo con el peronismo es dificultosa", contabiliza y reconoce Cafiero. Y, en ese sentido, agrega: "No tenemos que ponernos etiquetas. Hay que trabajar juntos, todos los argentinos, incluidos miles de pequeños y medianos productores".
-¿Cómo deberían ingresar las cooperativas en la solución a la crisis de Vicentin?
-No sabemos bien todavía cómo será el día después, pero el cooperativismo deberá tener presencia para generar confianza en la nueva empresa. La intervención a Vicentin no está cuestionada, en términos políticos una gran mayoría la apoya. Después de la intervención, hay distintas opiniones y se verá. En medio de la situación delicada que nos impone la pandemia, es prudente no agregar elementos conflictivos.
-¿Qué le puede ofrecer una cooperativa a un productor frente a las cerealeras?
-El productor, por sí solo, no puede hacer frente al gigante que representan las cerealeras sin la intermediación económica y política de las cooperativas. Los eslabones más débiles de la cadena alimentaria son los productores y los consumidores. En el medio hay empresas con un peso económico tremendo, al punto tal de que ocho firmas concentran el 90 por ciento de la exportación de granos en la Argentina. El mercado de granos no es de libre concurrencia. No se puede elegir a quién vender los granos, depende de las regiones. Por caso, si una carga tiene que trasladarse 600 kilómetros, es probable que se pierda la rentabilidad en el viaje. También hay cuestiones financieras, un instrumento determinante en la captación del cliente.
-¿Qué trae de nuevo el Inaes con el gobierno del FdT?
-Lo novedoso es que el Inaes pasó del Ministerio de Desarrollo Social al de Producción (Matías Kulfas). De jugar como defensores, contiendo el deterioro social, ahora nos ponen del medio hacia arriba. El desafío es intervenir en la economía real, hacer producción, hacer goles. Aunque, desde ya, la economía social es importante. Nuestro objetivo es fortalecer al productor, el cooperativismo es la herramienta. Eso ya lo sabe el productor hace más de cien años.
- ¿Por qué en algunos sectores políticos genera tanto nerviosismo cuando el Estado interviene en la economía?
-La pandemia puso al desnudo muchas cosas en la Argentina: el Estado viene financiando a nuestras empresas como nunca antes había ocurrido. Y el Estado tendrá que ser el que garantice la salida de la crisis laboral, pero no a través del empleo público. Hoy, el 90 por ciento de los hogares de la Argentina tiene, al menos, un ingreso que proviene del Estado. Pero no es la idea de enamorarse de eso. Somos peronistas y creemos en la comunidad organizada, no creemos sólo en el Estado ni sólo en el mercado.
-¿Cómo entiende la aversión de un sector político frente a la posibilidad de que el Estado rescate y expropie Vicentin?
-El conflicto se podría explicar por el oportunismo político de algunos, tal vez una presentación insuficiente de un problema, y la fuerza de los símbolos que valen mucho en política. La historia del peronismo y sus desencuentros con el campo. Creo que la sociedad está abierta para un debate. El gobierno se plantea corregir las distorsiones en el comercio de granos y, a la vez, solucionar el problema alimentario en la Argentina.