Preocupa al Gobierno que se frenen las ventas de soja ante la suba del dólar
La expectativa de una devaluación del tipo de cambio oficial alienta la retención de los productores en plena cosecha. El impacto en la liquidación de divisas.
En los últimos días funcionarios del equipo económico del Gobierno argentino se mostraron preocupados por el ritmo de las ventas de soja en plena cosecha prevista en 49,5 millones de toneladas.
Sucede que la suba de más de un 20% en los distintos tipos de cambio no regulados por la Casa Rosada alienta expectativas entre los productores de una apreciación acelerada e inevitable del dólar oficial que cotiza actualmente en torno a los 68 pesos.
Que se produzca esta situación en el periodo de mayor liquidación de dólares por parte del sector agroindustrial (abril y mayo) podría llevar a que productores con espalda financiera opten por conservar la soja a modo de moneda de reserva de valor.
Un informe de Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) muestra que entre el 15 de marzo y 12 de abril se registraron la mitad de los negocios de venta de soja respecto a igual periodo del año pasado y un poco menos que en 2018 en plena devaluación.
El gráfico de la entidad rosarina revela que en los años donde el dólar se encuentra estable la cantidad de negocios en el complejo sojero aumenta en época de cosecha, al tiempo que cuando hay incertidumbre cambiaria las ventas se frenan de manera notable.
A todo esto hay que sumarle los problemas logísticos generados por la cuarentena que causó que muchos empresarios decidan no enviar mercadería al Gran Rosario. "El productor sólo vende si es necesario para solventar pagos", sostienen los especialistas.
Un dato que evidencia la situación de incertidumbre que se vive por estas horas es la cantidad de consultas que están recibiendo las empresas que se dedican a la venta de silobolsas y los mayores acopios de soja en cooperativas del interior del país.
Otro punto que incentiva a los productores a no vender es que el "dólar soja" (oficial -30% de derechos de exportación) se encuentra en torno a los 44 pesos con una retención efectiva que supera el 60% en función del valor del blue y del contado con liquidación.
"Habrá un momento que el salto del dólar de mercado deberá trasladarse al dólar oficial y la política cambiaria del Gobierno deberá convalidar una devaluación mayor", advirtió un informe de la consultora Economía & Regiones que conduce Diego Giacomini.
"Todos los fundamentos monetarios muestran que hay que esperar mucho más dólar e inflación. De acuerdo con nuestro análisis, el valor del dólar va a dejar de empezar con uno más pronto que tarde", proyectó la misma firma creada por Rogelio Frigerio.
Durante el pasado mes de marzo las empresas agroexportadoras nucleadas en Ciara-CEC liquidaron unos u$s 1.064 millones, mientras que en el primer trimestre del presente año la liquidación de divisas del sector asciende a u$s 3.493 millones.
El analista Pablo Adreani estimó que el ingreso de divisas provenientes del sector agroindustrial caería un 30% en el primer semestre de 2020 (se liquidarían u$s 7522 millones versus u$s 10.716 millones en igual periodo del año pasado).
Hasta el jueves, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires relevó se cosechó un 56,4% del área de siembra de soja con una producción estimada en 49,5 millones de toneladas. En el caso del maíz la cosecha cubrió un 34,5% (se esperan 50 millones de toneladas).
En la zona de Rosario (Up River) la soja disponible cotizó este viernes a $ 13.625 por tonelada, al tiempo que en el MATBA la posición mayo cerró a u$s 210 y en el Mercado de Chicago (CBOT) operó estable a u$s 305 por tonelada.
"La ausencia de alternativas de inversión en pesos desalientan las ventas de soja. Los productores irán vendiendo a cuenta gotas según sus propias necesidades financieras", dicen los analistas que más conocen la dinámica del sector agropecuario.
Un aspecto importante que genera preocupación en la agroindustria es que la altura del Río Paraná en el puerto de Rosario descendió en los últimos días hasta los 0,40 metros de profundidad. Para tener una idea, se trata del nivel más bajo en los últimos 50 años.
"Esto implica problemas logísticos, de transporte y de industrialización con un costo asociado de u$s 243 millones en el primer cuatrimestre de 2020, al resentir la navegación y carga máxima de los buques en las terminales portuarias", indicó la BCR.
Por Javier Lanari