Las familias argentinas usan menos el auto y comen menos carne y leche
Casi todos los indicadores en el consumo caen: los servicios, gas y luz.
La caída de la venta de combustible en Argentina no sería el único indicador para medir la crisis. A la par, se registran caídas en el consumo de elementos fundamentales: como la carne y la leche. Aunque también, la dura situación económica también hace caer el consumo de energía eléctrica y de gas.
Según un estudio de la consultora internacional GIPA, el conductor argentino ya utiliza menos el automóvil y hay números alarmantes respecto a años anteriores. Desde 2012 se contabiliza una pérdida de más de 2.500 kilómetros promedio al año, algo que según los especialistas en el tema responde a los tarifazos en el precio de los combustibles y también, sobre la existencia de más de un vehículo en un mismo hogar.
"Hay una tendencia desde el 2012 a la baja en la cantidad de kilómetros, marcada especialmente en los últimos años", sostuvo para Télam la directora general para la región de GIPA, Florencia Delucchi.
Menos carne y leche
En septiembre de este año, los indicadores sobre el consumo de carne fueron alarmantes. De acuerdo a las estimaciones surgidas de Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina y la cámara Ciccra, que agrupa a los frigoríficos 'consumeros', ya se advierte que el consumo de carne podría incluso superar la caída histórica registrada en 2016, cuando se calculó 55,3 kilos anuales por habitante
A su vez, en junio de este año también se hacía alarma sobre la crisis del sector lácteo y de la merma en el consumo de leche, dando cuenta que en la actualidad ya se toma un 21% menos que en 2016. A su vez, la ingesta de lácteos cayó a niveles récords, las más bajas en 1 6 años.
Menos gas y luz
Al mismo tiempo, la crisis económica que se agudizó durante el gobierno de Mauricio Macri impactó tanto en usuarios comunes como en Pymes e industrias.
En enero de 2019, se advertía que la demanda eléctrica había caído un 10 por ciento en relación a lo ocurrido el año anterior y que los motivos apuntaban principalmente a los sucesivos tarifazos aplicados por el Ejecutivo, así como también a temperaturas menores a la de otros años, que llevó a menor consumo por parte de ventiladores y aires acondicionados.
Pero al mismo tiempo, el invierno de 2019 registró una baja en el consumo de gas: el uso cayó 10,5% en marzo respecto al año anterior y demostró una vez más la profundización del malestar económico a lo largo y ancho del país.