Convertir granos en carne vuelve a ser negocio
Si hay mucha oferta de alimento, es muy probable que muchos productores mixtos compren terneros para engordar.
La hacienda liviana de consumo acumula al día de hoy una suba cercana al 50 por ciento con respecto al promedio de diciembre. El incremento sorprendió a la mayoría de los operadores, pese a que el feedlotvenía avisando que se estaba vaciando, pero pocos le hicieron caso.
Los exportadores, por su parte, venían descontando que la camada abundante de novillos del segundo semestre del año pasado se iba a cortar a principios del 2019.
El incremento del precio de la vaca conserva y del novillo pesado ha sido mucho menor, pero con un tipo de cambio estancado esta suba en dólares se está llevando la mayor parte de las ganancias que tenían hasta hace pocas semanas la mayoría de los frigoríficos exportadores.
Si la hacienda sube, y el maíz, de la mano del dólar, permanece estable, comienza nuevamente a ser rentable transformar grano en carne, de cara a una cosecha muy importante de maíz y con silajes que están dando rendimientos muy altos.
Si va a haber mucha disponibilidad de alimento, es muy probable que muchos productores mixtos compren terneros para engordar, ahora que la relación carne/grano, en pocas semanas, ha pasado de 10 a 1 a 13 a 1.
Kilos a pasto
El auge de la recría explica en parte el bache de oferta de ganado gordo liviano. En los datos de faena se observa en los últimos meses una caída importante en la matanza de terneros machos y hembras.
Hay menos hacienda gorda liviana -cuyo faltante es lo que más le duele al mercado-, en buena medida porque el productor está haciendo menos kilos a grano y más kilos baratos a pasto, a favor de una primavera y un verano excepcional.
Agroindustria ha emitido un comunicado en el que afirma que el stock vacuno se ha recuperado después de 12 años. Asegura que la magnitud alcanzaron las existencias de vacas a marzo de 2018 el mismo nivel que en el 2007: 23,76 millones de cabezas.
El comunicado habla en una parte de "stock vacuno", en otro de "vacas", y en otro de "cabezas de vientres bovinos". Si se trata sólo de "vacas", es cierto que el stock de esta categoría se ha recuperado con respecto a 12 años atrás, como dice el documento. Pero si se trata del stock total, se observa que con respecto al año 2008 -el año en que el Senasa comenzó a elaborar un dato riguroso de existencias- la cantidad de vaquillonas cae 654 mil cabezas. Lo mismo sucede con el número de novillos, que cae 2,11 millones y la cantidad de novillitos que se reduce 1,3 millones.
El stock ganadero del año 2008, según el Senasa, y según la nueva metodología de cálculo, era de 57,5 millones y a marzo del 2018 era de 53,8 millones, lo que marca una caída de 3,74 millones de cabezas, pese a la recuperación registrada entre los años 2013 y 2018.
Con respecto a 2008 aumenta levemente el número de vacas (0,2 por ciento) y el número de terneros (2,2 por ciento), por lo que se conserva el potencial que se tenía 11 años atrás para producir unos 226 kilos por res faenada: unos 3,1 millones de toneladas anuales. El stock a marzo de 2018 es un stock más "criador", con un faltante muy marcado de novillos, lo que limita decisivamente el volumen a exportar.
Según los datos de vacunación contra la aftosa (Primera Campaña Anual), el número de novillos ha caído de 6,75 millones en el 2005, a sólo 3,1 millones en 2018.