En el mundo la Industria ganadera sigue usando antibióticos para estimular crecimiento de animales
Agricultores en 45 países todavía usan antibióticos para estimular el crecimiento animal, pese a advertencias de expertos en salud y prohibiciones de la práctica en muchas partes del mundo, dijo el jueves la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE)
Agricultores en 45 países todavía usan antibióticos para estimular el crecimiento animal, pese a advertencias de expertos en salud y prohibiciones de la práctica en muchas partes del mundo, dijo el jueves la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
De 155 países que entregaron datos para el período 2015-2017 en una actualización de la OIE sobre el uso de drogas en la ganadería, 45 dijeron que se administraron antibióticos a los animales para engorde y prevención de infecciones.
Doce naciones indicaron que un medicamento de "último recurso" conocido como colistina todavía se utiliza como promotor del crecimiento. El uso de antibióticos para promover el crecimiento en animales sanos está prohibido en la Unión Europea desde 2006 y en Estados Unidos desde 2017 porque estimula el desarrollo de infecciones en las personas por superbacterias resistentes a los medicamentos.
El informe de la OIE precisó que de los 45 países que reportan el uso continuo de antibióticos para estimular el crecimiento, 18 están en América, 14 en Asia y Oceanía y 10 en África. "Esa práctica pone en riesgo muchas de las medicinas que hoy damos por sentadas, tanto para los animales como para los humanos", dijo el texto.
La colistina pertenece a una de las cinco clases de medicamentos clasificados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como "antimicrobianos de importancia crítica de máxima prioridad"; en otras palabras, antibióticos y medicamentos antimicrobianos que solo deben usarse para tratar infecciones cuando todo lo demás ha fallado.
"Hemos hecho recomendaciones muy explícitas y claras de que nos gustaría ver un fin inmediato al uso de esta clase de antibióticos", dijo Matt Stone, director general adjunto de la OIE, cuando se le preguntó si estaba alarmado por los resultados del estudio.