Culminó la siembra de soja con 17,7 mill/ha cubiertas
El cultivo 'mantiene un alto potencial de rinde' que compensaría lo perdido en superficie por el exceso de agua.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires dio por finalizada la siembra de soja en Argentina alcanzando una superficie implantada de 17,7 millones de hectáreas.
La entidad detalló que los excesos hídricos impidieron concretar los planes iniciales de siembra, que hasta mediados de enero previa un área 200 mil hectáreas por encima a la actual estimación de superficie implantada.
Pese al recorte de superficie, el elevado potencial de rinde que mantiene el cultivo podría compensar la merma en producción como consecuencia a la reducción del área sembrada, permitiendo mantener la proyección al cierre del ciclo en 53 millones de toneladas, misma cifra a la publicada a finales de septiembre del 2018.
Por regiones
Si bien aún restan incorporar lotes en sectores de la región NEA, el área remanente no es significativa y ello permite dar por culminada la siembra a nivel nacional.
A la fecha, solo el sur bonaerense y San Luis no presentan lotes en condición de excesos hídricos, el resto de la región agrícola informó en mayor o menor medida la presencia de ambientes saturados como consecuencia de las abundantes lluvias acumuladas durante enero. Pese a la problemática generada por los frecuentes frentes de tormenta, el potencial de rinde del cultivo se mantiene por encima a la media histórica en gran parte de la región agrícola.
Se estima que un 25 % del área implantada transita etapas críticas de definición de rendimiento (diferenciación de vainas en adelante). Poco menos del 80 % del área nacional mantiene una condición hídrica entre adecuada y óptima. En cuanto a la condición de cultivo, un 50 % del total implantado refleja una condición entre buena y excelente y sumando el área bajo condición normal, la tendencia positiva engloba a más del 88 % de la superficie nacional de soja.
Pese a este escenario alentador, la actual proyección de producción se encuentra sujete a la evolución del clima, dado que un elevado porcentaje del área sembrada mantiene los suelos muy cargados de humedad y de continuar acumulando abundantes precipitaciones, las pérdidas de área podrían elevarse rápidamente por encima a los promedios históricos a pocos días de haber finalizado la ventana de siembra.