Soja

Los farmers están dejando pudrir la soja que no pueden colocar en China

Es por el cierre de ese mercado por el conflicto comercial que mantiene los gobiernos. Este año, en EEUU se sembraron 36 mill/ha.

Las exportaciones de soja estadounidense a China cayeron un 98% debido a la guerra de aranceles entre ambos países, lo que está llevando a los productores a dejar que gran parte de sus cultivos se pudran, al no poder venderlos ni pagar los costos de almacenamiento.

Al respecto, los datos que maneja el Departamento de Agricultura estadounidense son reveladores, de acuerdo con una nota del sitio Sputnik Mundo. Entre 2017 y 2018 el país controlaba el 35% del mercado mundial de semillas de soja. A la zaga -con un 33%- se encontraba Brasil, seguido de Argentina con 14 por ciento. China controlaba el 4% y a la vez le compraba a Brasil el 47% y a Argentina el 5% de la soja que importaba. Ahora, estos dos países están viendo cómo sus exportaciones a China están aumentando a costa de Estados Unidos.

Previamente a que el presidente Donald Trump desatara la guerra arancelaria con Beijing, los productores agrícolas estadounidenses, acostumbrados a las masivas compras chinas de soja, destinaron 89,1 millones de hectáreas de tierra a su cultivo, dos veces más que en 2017, con el objetivo de elevar la producción de las semillas de soja que se exportan. Algo natural teniendo en cuenta que su cultivo representaba el 60% de los productos agrícolas que el país norteamericano vende al gigante asiático.

Ahora, los agricultores estadounidenses que están completando sus cosechas enfrentan un gran problema: dónde colocar la montaña de granos que no pueden vender a los chinos, luego de que éstos aplicaran un arancel de 25% a las importaciones de soja en respuesta a las medidas similares adoptadas por Trump.

La escena se repite en todo Estados Unidos, donde los agricultores de granos están arando cultivos, dejándolos pudrirse o amontonándolos en el suelo, según entrevistas de la agencia Reuters con decenas de agricultores, investigadores académicos y prestamistas agrícolas.

En Luisiana, hasta el 15% de la cosecha de oleaginosas está siendo arada o está demasiado dañada para el mercado, según los datos analizados por personal de la universidad estatal.

Las cosechas se van a desperdiciar en partes de Misisipi y Arkansas, mientras pilas de granos abundan en los suelos de Dakota del Norte y del Sur. Y en Illinois e Indiana, algunos agricultores están luchando para proteger de los animales los silobolsas llenos de cultivos.

Los agricultores estadounidenses sembraron 36 millones de hectáreas de soja este año, el segundo mayor nivel de la historia, con la esperanza de que la creciente demanda de China les brindara mejores rendimientos que otros cultivos. Pero los aranceles cruzados cerraron las ventas de soja de Estados Unidos a China, valuadas en alrededor de u$s12.000 millones el año pasado. El gigante asiático suele comprar cerca de 60% de los suministros estadounidenses.

Washington implementó un programa de ayuda de igual magnitud -u$s12.000 millones- para ayudar a los agricultores a absorber el costo de la guerra comercial. A mediados de noviembre, se habían pagado u$s837,8 millones.