Mercados

Argentina espera que en pocas semanas China inicie compras de harina de soja

Etchevehere está negociando en Pekín. En septiembre, los chinos volvieron a comprar aceite de soja argentino. Ciara enumeró los perjuicios de la guerra comercial EEUU-China para la Argentina.

El secretario de Agroindustria argentino, Luis Etchevehere, negocia por estas horas en Pekín la inminente habilitación sanitaria de las plantas de molienda de soja en Argentina, según la fuente del Gobierno citada por la agencia Reuters.

El presidente de Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina, Gustavo Idígoras, dijo que el Gobierno del presidente Mauricio Macri espera poder anunciar el acuerdo en las próximas semanas o durante la cumbre de líderes del G20 que se realizará en Buenos Aires a fines de noviembre.

"El objetivo del Gobierno es tener la habilitación de Xi Jinping antes del G20. Si no es así, la idea es que China le otorgue a la Argentina la habilitación de las plantas para harina de soja durante la reunión del G20", dijo Idígoras.

Si bien Argentina nunca ha exportado harina de soja a China, donde se realizaba el procesamiento de la oleaginosa mayormente importada desde Estados Unidos, el país sudamericano es el principal exportador internacional de aceite y harina de la oleaginosa.

Argentina exportó aceite a China hasta 2015, cuando el gobierno del país asiático canceló las compras apostando al autoabastecimiento. En septiembre, volvió a adquirir el producto argentino y es el antecedente para las transacciones por la compra de harina de soja.

El año pasado las ventas del derivado de la soja reportaron ingresos a Argentina por un total de 9.080 millones de dólares, según datos oficiales. Pero la guerra comercial que estalló a inicios de año entre Estados Unidos y China ha tenido un impacto negativo. "La guerra para nosotros es una amenaza y un problema", señaló Idígoras.

De acuerdo al titular de Ciara, luego de que Pekín aplicara elevados aranceles a las importaciones de soja de Estados Unidos, el país norteamericano perdió el principal destino de sus ventas del grano y el valor de la oleaginosa estadounidense se derrumbó.

A los bajos precios del grano estadounidense se le sumó un subsidio de Washington a sus agricultores para compensar la pérdida del mercado chino, lo que derivó en un crecimiento en la competitividad de la molienda estadounidense y la pérdida de mercados por parte de la industria local, dijo Idígoras.

"Hoy estamos sin rentabilidad en este negocio, con una capacidad ociosa de 45 por ciento", señaló Idígoras, que prevé que a fines del 2018 las plantas argentinas habrán molido un total de 30 millones de toneladas de soja, cuando la capacidad de la industria es de 65 millones de toneladas anuales.

Porotos

La contracara de la caída de la actividad de molienda en Argentina, donde compañías como Cargill y Bunge poseen plantas propias, es el fuerte crecimiento de las exportaciones de porotos de la oleaginosa, que tienen a China -ya sin la soja estadounidense- como destino.

Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en octubre se programaron ventas de soja desde Argentina, principalmente a China, por un total de 949.045 toneladas, muy por encima de las 465.594 toneladas registradas en el mismo mes del año pasado y las 288.253 toneladas reportadas en octubre del 2017.

Por otro lado, Idígoras dijo que espera que, de continuar la guerra comercial entre Pekín y Washington, Argentina exportaría 16 millones de toneladas de granos de soja a China, más del doble de los habituales 7 millones de toneladas que embarca por año al gigante asiático.

Debido a los márgenes de ganancia del sector, "hoy es conveniente exportar el poroto (de soja) y no la harina", explicó Idígoras, que añadió que el sector desea que se produzca un acercamiento entre los presidentes de Estados Unidos y China durante la cumbre del G20, el 30 de noviembre y el 1 de diciembre.

"Si Trump y Xi Jinping se dan la mano y dicen 'vamos a empezar a establecer un plan de acción para eliminar la guerra comercial', la soja en Chicago sube al precio internacional, el subsidio de Estados Unidos se elimina y Argentina vuelve a recuperar sus mercados y vuelve a lograr rentabilidad".