Esperando con ansias la cosecha fina 2018/19
La sequía le agregó gran responsabilidad a la campaña fina ya que muchos compromisos financieros fueron pospuestos a diciembre/enero ¿Qué se puede esperar de los precios? ¿Qué impacto tuvieron las retenciones? (*)
Con precios muy favorable a la hora de planificar la campaña fina 2018/19, las empresas se largaron a sembrar la mayor cantidad de trigo y cebada que la rotación les permitía, mientras que en otros casos se forzaron rotaciones a favor de estos.
Para el trigo las estimaciones de área rondan las 6,2 mill. de has., tanto por parte de la Secretaría de Agroindustria, como de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Por su parte la Bolsa de Comercio de Rosario proyecta 6,32 mill. de t. has.
Si bien en años anteriores se han superado las 7 millones de hectáreas sembradas con trigo, los rendimientos actuales son superiores, y permiten proyectar un volumen de producción de entre 19 y 20 mill. de t.
En general las condiciones de los cultivos actualmente son favorables, a excepción de algunas zonas de Córdoba y Santa Fe, donde la falta de precipitaciones se hizo notar.
Durante octubre comenzarán a cosecharse los trigos del norte argentino, que en general presentan buenas condiciones y esperan buenos rendimientos. Sin duda que a nivel país habrá que esperar que el clima acompañe de acá a fin de año y finalmente se logren las proyecciones mencionadas.
Desde el punto de vista comercial, los precios con los que se comenzaron a tomar las decisiones de siembra, allá por abril/mayo pasado rondaban los 190 u$s/t., siendo estos los mejores de varios años para ese momento. Los mismos arrojaban rentabilidades positivas, que se potencian con el doble cultivo soja.
Durante julio y agosto los precios internacionales comenzaron a subir, a raíz de distintos problemas productivos en los principales países exportadores, como Rusia, Ucrania, Estados Unidos, Australia y la Unión Europea. Así, los stocks finales proyectados de estos actores serían los más bajos de los últimos años, mientras que la relación de estos stocks, respecto al comercio, sería la más bajas de muchos años (30%). Sin duda este indicador es uno de los más fuertes para sostener la suba de precios a nivel internacional, al menos hasta que se confirme una buena cosecha 2019 en el hemisferio norte.
La suba de precios futuros en el mercado local a cosecha en el Matba, pasaron rápidamente de los 190 u$s/t. iniciales hasta los 220/230 u$s/t. durante agosto. El 4 de agosto pasado es donde se reinstalan las retenciones, ahora de 4 $/u$s., reduciendo a 190/195 u$s/t. los precios futuros. El impacto vía las nuevas retenciones es de 20 u$s/t. aproximadamente.
Para la fecha donde se reinstalaron los impuestos a la exportación, el sector exportador había declarado compras por 5,83 mill. de t., de la cuales 5,6 mill. de t. fueron con precio cerrado. Muchas de estas ventas fueron hechas en un rango de entre 180 y 200 u$s/t. Es decir que a nivel país ya hay más del 28% del trigo 2018/19 vendido.
El dato más alentador en términos de precio radica en que actualmente las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior 2018/19 (DJVE) ascienden a 5,9 mill. de t., de la cuales más del 85% se concentran en los meses de diciembre, enero y febrero, con destinos asiáticos y africanos mayormente. Si bien Brasil compra todos los meses, es a partir de marzo/abril donde representa el 70/80% de las exportaciones, expresando una mayor capacidad de pago.
Si la producción sería de 19,4 mill. de t., el consumo interno suele absorber 7 mill. de t. aproximadamente, pudiendo exportar el resto, que asciende a 12,4 mill. de t. Es decir que ya la exportación tiene ventas por el 47% y aún resta por comprar mayormente Brasil y otros destinos de Sudamérica.
Esto muestra lo ajustado que estará el comercio de trigo y la pelea entre la exportación e industria por adquirir la mercadería. Un claro ejemplo de esto fue el ciclo 2017/18 donde se vieron precios del trigo superiores a los 250 u$s/t.
Por esto, si bien muchas empresas ya han vendido parte de su producción a cosecha, el panorama pasada la misma se presenta aún más favorable, con oportunidades de mejora, y más aún con un mundo que necesita más del cereal.
Por Diego Pasi, Analista de AZ Group.