Logran un Bovino Criollo de mejor manejo y con buen mercado
El Inta Leales desarrolló una variedad de pelaje unificado y sin cuernos, pero con todas las características de rusticidad y valor económico.
La estación Leales, en Tucumán, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, desarrolló una nueva línea de ganado de Bovino Criollo "de gran valor comercial", ya que es capaz de ganar más kilos de carne sin perder las características básicas de la raza destacada por su rusticidad, fertilidad, tamaño y mansedumbre.
El logro del Inta Leales "constituye una alternativa genética valiosa para los ambientes serranos del NOA (Noroeste Argentino)".
El Bovino Criollo es la raza que desciende de los bovinos que trajeron los españoles hace 500 años y que sobrevivieron en las regiones más rústicas. Sin embargo, por su tamaño no es una raza de gran desarrollo muscular y en el mercado sufre el 'castigo' del pelaje overo y de la cornamenta.
Los técnicos tucumanos se enfocaron en "generar un cambio de imagen de la raza preservando todas las cualidades que la distinguen", dijo Fernando Holgado -responsable del Banco Activo Bovino Criollo Argentino del Inta Leales-.
La importancia de que sean mochos (sin cuernos) está en que "el cuerno, en la mayoría de los ambientes, representa un riesgo para el personal, genera golpes y deterioro en las reses, además de producir importantes pérdidas económicas, y no guarda relación con la productividad del ganado".
Es un Bos Taurus que se destaca por su rusticidad, fertilidad, tamaño, precocidad sexual, aptitud lechera moderada, menor tasa de engrasamiento y mansedumbre, ideal para una ganadería extensiva con campos difíciles.
Holgado dijo que esta raza le va a permitir al productor "capitalizar todas las cualidades del bovino Criollo, al tiempo que se la implementa en diversos programas de cruzamientos, aprovechando sus virtudes y beneficios del vigor híbrido para generar una descendencia muy uniforme y mayor valor comercial".
"La ganadería del futuro hará un gran uso de cruzamientos de razas" y en este contexto, el ganado Criollo Doradillo y Mocho (CDM) "tiene mucho para aportar".
Existen numerosas experiencias en la región pampeana donde se destacan los resultados de cruzamientos con razas británicas que mejoraron la fertilidad de los vientres con una eliminación de los problemas de partos, un avance en la sanidad de los rodeos, lo que permite potenciar el crecimiento y preservar la calidad de carne.
Raza colombina
Descendiente de los animales introducidos por los españoles en 1493, la raza bovina Criollo Argentino se caracteriza por presentar una gran variedad de colores de capas y grandes cuernos, aunque también existen animales mochos. Por esta marcada variabilidad fenotípica, se la suele confundir con animales mestizos.
Entre sus características, se destaca su moderado tamaño adulto que alcanza los 430 kilogramos para las vacas y los 650 en los toros con una condición corporal 3.
Por su parte, la aptitud lechera de la vaca es moderada y permite criar bien a su ternero (170 kg a los 7 meses). Este dato demuestra los bajos requerimientos de mantenimiento y producción de los vientres, lo que lo hace apto para los ambientes de receptividades más bajas.
De acuerdo con el investigador, la raza puede ser utilizada en todas partes del país de distintas formas. "En el NOA, el 50 % del ambiente es montañoso cuyas condiciones varían según las altitudes. A pesar de tratarse de uno de los lugares más complejos para desarrollar la ganadería, Criollo es la mejor alternativa por su rusticidad y demás bondades".
Para las condiciones de la Llanura Chaqueña, esta raza resulta competitiva al igual que otras tantas. A su vez, Criollo ingresó a los establecimientos ganaderos de la provincia de Buenos Aires en servicios de vaquillona que se hacen tempranos -a los 15 meses-, debido a su enorme facilidad de parto.
"A su vez, la vaca-cruza tiene ventajas sobre la vaca-pura por lo que se la utiliza en cruzamientos con razas Angus y Hereford con resultados espectaculares", detalló el investigador de Leales.