Soja

Científicos argentinos crean una soja con 4 porotos por vaina

Lo común son 3 semillas. Con esta variedad, denominada Tango 4S, se espera un fuerte incremento en los rendimientos por hectárea. El logro es de científicos del Conicet y de la U. de Rosario.

Investigadores del Instituto de Investigaciones en Ciencias Agrarias de Rosario (Iicar) crearon una nueva variedad de soja, Tango 4S, que produce vainas de 4 granos, un desarrollo inédito ya que actualmente el número promedio máximo de semillas de las variedades comerciales de soja es de tres semillas por chaucha.

"Este desarrollo tiene impacto en el rendimiento potencial, es decir, mejora la capacidad productiva de la variedad que tiene que ser colocada en las condiciones óptimas de producción", explicó Eligio Morandi, investigador principal de Conicet y director del proyecto.

El IIcar es un instituto integrado por especialistas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la Universidad Nacional de Rosario. Junto Morandi participan Carlos Gosparini, Nidia Montechiarini, Álvaro Quijano y Julieta Bianchi, de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNR.

El director del proyecto destacó que trabajan no solo en producir frutos de 4 semillas sino que el objetivo es que la planta tenga un alto porcentaje de frutos de 4 semillas. En este caso, se lograron plantas que tienen entre el 65 y 70 por ciento de todos sus frutos de 4 semillas.

"Las plantas de soja tienen frutos de dos o tres categorías. En nuestro caso tenemos de tres y cuatro semillas, lo cual hace un promedio de 3,6 semillas por fruto en toda la planta. Lo importante no es tener unas pocas chauchas con 4 semillas, eso no cambia la ecuación, lo que necesitamos es tener el mayor número posible de chauchas con 4 semillas conservando el peso de la semilla, si no aumentamos un componente en detrimento del otro", expresó el ingeniero agrónomo.

Consultado respecto a si esto tiene incidencia en el peso final, Morandi explicó: "De los dos componentes que impactan en el rendimiento que son el número de semillas por unidad de superficie y el peso unitario de la semilla, el que más impacta es el número de semillas, por lo tanto, al aumentar el número de semillas por fruto y el porcentaje de frutos por planta con alto número de semillas estamos impactando directamente en el componente número de semillas por unidad de superficie, ligado al rendimiento. Eso puede hacerse conservando el peso unitario o variándolo ligeramente, lo que importa es el resultado final".

Cómo

El director es que estas características no son transgénicas, son genes de la soja que hemos ido acumulando para que se expresen en un germoplasma particular.

El equipo de científicos viene trabajando hace años en la cátedra de Fisiología Vegetal, en diferentes temas relacionados al mejoramiento genético: "Pusimos el foco en el componente rendimiento, que es el más importante de todos, el más grande y el más difícil. El rendimiento depende de factores ambientales, de la genética y del manejo que hacen los productores para sacar el mejor provecho de estos dos factores. Nosotros nos ubicamos en la parte genética".

Según el director del proyecto, el objetivo final es que estas características se incorporen a germoplasmas elite que ya tienen buen comportamiento agronómico, para darles un plus más.

"La idea sería en un futuro poder agregarle estos genes de resistencia sin perder los de rendimiento. Es decir, desarrollar una variedad con alto potencial de rendimiento, lo que llaman los mejoradores como la parte ´ofensiva´por la cual el productor la siembra y la resistencia a factores bióticos y abióticos, lo que llaman la parte ´defensiva", indicó Morandi.

Propiedad intelectual

Morandi contó que esta variedad no se inscribe bajo el régimen de patentes, como podrían ser los transgenes, esto refiere al tema del germoplasma, que tiene que ver más con la propiedad intelectual. 

"Hay que separar lo que es la parte de transgénesis que sí va por Ley de Patentes y la otra parte que es el germoplasma, es decir, los genes propios de la soja que hacen a la verdadera productividad y a la especie. Ese tema en Argentina es conflictivo y aún no está resuelto. Los propietarios de la nueva variedad son Conicet y la UNR y son los que tienen que negociar con empresas del sector para concertar una especie de arreglo y ver cómo se reconoce la propiedad intelectual cuando es oficial".